martes, 7 de septiembre de 2010

El Infierno de Luis Estrada y el México de La Barbie

Es evidente. Las drogas se van a legalizar. Todas. Tarde o temprano.

Es evidente también que antes de que eso suceda van a correr ríos de sangre.

Una sociedad que crea sus propios infiernos, no necesita nadie que la proteja.

No se puede proteger a nadie de sí mismo. Esto se aplica por igual a la colectividad.

En México, los delitos se cometen de acto o de omisión; eso quiere decir que cualquier persona que haya visto a un amigo comprar, vender o consumir alguna sustancia prohibida es igualmente responsable ante la ley que el que lo hace.

¿Quién se salva?

Lo impresionante es precisamente lo evidente. Lo claro del asunto. La semana pasada, el público tuvo, por fin, un asomo a su propia irresponsabilidad, a través de dos hechos: la captura de Edgar Valdez Villarreal, "la Barbie", y el estreno de la película El Infierno, de Luis Estrada. Parecería que el destino puso los dos hechos en el momento y el lugar exactos.

Lo que impresiona de la película de Luis Estrada (creador de La ley de Herodes y Cómodas mensualidades) es, precisamente, esa claridad. Su maestría para estructurar un western es parecida a la de Quentin Tarantino, al igual que su capacidad para la comedia. La dirección de actores impecable, el casting magistral, la fotografía, la ambientación, la música, la edición... Sencillamente no tiene falla. Además, recuerda a la brillantísima Dogville, de Lars Von Trier: cualquier persona en un sistema cerrado y corrupto terminará por aceptar con normalidad hasta las más impensables bajezas. El alma no perdura en ciertos lugares, como el mismísimo Infierno.

Una vez resueltos todos los "detalles" de producción que tanto plagan al cine mexicano, la visión de Estrada vuela como patinador coreano en pista olímpica de hielo. El resultado es demoledor para los espectadores, quienes al filo de la butaca, no saben si sufrir, reír o llorar. Sin demostrarlo, sin especificarlo y sin imponerlo, el cineasta le pega un batazo a todos los que pensaban que la guerra contra el narco les es ajena. Lo que subyace es simple, triste y demoledor: es posible que ninguno de nosotros sea culpable, pero todos somos responsables.

"¿...que se mandó hacer una película?"

La Barbie se mandó hacer su película. Para estreno comercial, en corridas normales, en cines de uso común. Eso sí, sin que la película dijera de quién se trataba. Pero hay personajes involucrados que la interrogadora de la Policía Federal intentó sustraerle al hoy arraigado narcotraficante.

La gente coopera, pues. Y sabe quién los está empleando. Y aún así le entran a la chamba. Por eso la agente que interroga a La Barbie le pregunta si a esos productores de la película "les pasó algo" cuando se filtró la información de quién les estaba pagando. Y como La Barbie no dijo nada, asumo que ahora mismo hay algunas personas ligadas a la producción de películas que están o muertas del susto, o tratando de bajárselo a tequilazos.

De eso se trata El Infierno, de Luis Estrada. Exactamente de la manera en la que la ignorancia y la corrupción se meten en el corazón de las personas. Y no es sólo a través de los bolsillos. Por ello, la estructura del narco está entretejida en toda la sociedad. Por eso, tarde o temprano, las drogas serán legales.

¿Por qué las drogas se van a legalizar?

Porque cuando nadie esté fuera del narco, el poder tampoco lo estará. La prohibición de alcohol en Estados Unidos no terminó por buena voluntad. Terminó porque la mafia se había vuelto más poderosa que el gobierno. Y esa es la escotilla de salvación de los diputados, presidentes y senadores: legalizar. Siempre que haya un parlamento y dos cámaras de representantes, los que estén sentados en ellas pueden tomar decisiones que afecten a toda la población. Y como buen sistema, el gobierno tiene instinto de supervivencia. Cuando el poder de las mafias se vuelve mayor que el de los gobiernos, la tentación es clarísima: disolver al gobierno. Ante ello, la única opción para seguir aplastando los glúteos en las curules es legalizar.

Así, cuando los Estados Unidos vieron amenazada su propia existencia como nación, dieron marcha atrás al increíble negocio de la venta de licores de manera ilegal. Para nadie es un secreto que el mayor consumo per cápita de alcohol en ese país se dio precisamente durante la prohibición. Y que soltar las amarras de ese maquinita de dinero tuvo que necesitar un peligro claro e inminente para la estructura gubernamental.

En México, sin embargo, tenemos otro gran problema: las drogas no se van a legalizar sino hasta que afecten al parlamento estadounidense, no a San Lázaro (esto no es ajeno a la famosa "Ley Arizona"). El día que eso ocurra y Washington opte por su propia supervivencia legalizando las sustancias y orientando el gasto a prevención y salud pública, el mundo occidental entero los va a seguir. Si los países en conjunto no toman mejores decisiones al respecto es por miedo a los gringos, no a las consecuencias en sus propias calles.

Cuando eso suceda, para México será demasiado tarde; simple y llanamente porque ya es demasiado tarde. Vean El Infierno de Luis Estrada y después intenten tener el descaro de seguirse quejando. No dudo que muchos de ustedes lo harán, incluso hasta el desastre. Pero no se les olvide: lo que ven en sus pantallas de cine y de televisión es un espejo, no una ventana. No está mal, entonces, que salgan aterrorizados del cine.

Columna publicada originalmente en http://www.callemexico.com
Twitter: @KermitFranco
Correo: rfranco@callemexico.com

6 comentarios:

  1. René,
    No alcanza mi razón para comprender por qué los medios se vuelcan en la noticia de la muerte de dos personas por el ejército...La noticia es dolorosa, repugnante y lo que le sigue de triste. No quiero minimizar los hechos, me toca el dolor de la familia...No es eso. Es ver cómo los medios le proyectan a primera plana un error del ejército, si bien garrafal,no es para ese tipo de exposición..
    Me pregunto si ustedes los medios saben el tipo de sanción que le van a hacer a los soldados implicados ??..La vida con nada se paga, pero es claro que la baja de los soldados es acto seguido de estos hechos.
    Hay que aclarar que si en un retén el vehículo no se para, la instrucción por mandato es disparar. No fue un acto que haya nacido por convicción, sino son la consecuencia de las instrucciones superiores.
    Como en todos los casos siempre habrá dos partes y dos historias... El ejercito es la máxima autoridad en el país y debemos acatar sus órdenes. Nunca podemos revelarnos antes sus peticiones, NUNCA.
    Estamos próximos a cumplir 200 años de independencia y 100 años de revolución, asi es como les quieren pintar el panorama al ejército? en qué papel los quieren poner en vísperas de los festejos de su bicentenario mediático??
    Saben que un soldado razo pasa hasta 6 meses sin ver a su familia, dias sin probar bocado, sin bañarse, sin dormir en una cama? el ejército vive una guerra diaria con el narcotráfico, tienen las cifras de cuántos soldados han muerto en el ultimo año, mes, semanas, días? Les ha tocado ver los honores de sus compañeros saliendo del funeral y entregando a las familias los cuerpos inertes?
    Saben cuántos mueren por nuestra seguridad nacional? Aun así, falta mucho por hacer...
    Faltan instrucciones claras por parte del Presidente para erradicar la narco violencia, estrategias concisas.
    Aclaro no tener nada de parentezco con nadie del ejército, ni del gobierno, solo soy una civil que todos los días ve a los soldados confrontarse con civiles armados.. Dar su vida misma, qué hay más importante que la vida misma?
    Vivo en Reynosa y sé de lo que hablo. Espero no satanizen la acciones de unos cuantos soldados, por los miles que nos estan cuidando a lo largo y ancho de la nación. Unos rescatando a la gente de las terribles inundaciones, acercando la comida a los damnificados y otros cuidando de nosotros en contra de todo el narcotráfico imperante en el país.
    Saludos y pido una recapitulación de todo esto.
    Karen Ramirez
    Reynosa, Tamaulipas.

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  2. Asi es mi estimado Rene, esto ha sido, es y sera un gran negocio, donde todos estamos implicados, por obra o por omisión, creo el problema, es quienes tienen este negocio o lo manejan, te aseguro que si fuera totalmente legal ya habria mas de 500 diputados que no sirven mas que para calentar las nalgas en san lazaro en el negocio con un presidente desesperado no por su pais sino por continuar en el poder, y un hittler mexicano que no lo deja ni a sol ni a sombra, no es de sorprenderse que tengan un arsenal marca moriras, mientras los otros preocupados por tener sus ipad o ipodtouch, evidentemente se van a legalizar solo que difiero de ti en ese momento en que pasara, yo creo q ese momento es ahora, ya comenzo, no es posible seguir con ese miedo en donde te detienes o te disparo, es solo cuestion de tiempo. Si el pri, el pan o el prd ganan no me importa, cuantos rios mas vamos a llenar de sangre, lo cierto es que este pais esta hecho un desmadre, mientras se gastan cantidades estratosfericas en publicidad de lo que se hace y encima mal, no te parece sospechoso que la barbie q le regalaron al sr presidente cante?, y cual en kareoke lo que le pongas canta!!!!, no se si esto es demasiado increible o la sociedad mexicana es estupida, quien en su sano juicio no ligaba a cabañas-jj-barbie, aprte de estupidos, hipocritas y de doble moral, este es mi comentario espero me haya dado a entender Saludos German

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  3. Karen

    Con todo respeto a tu opinión si bien es cierto el ejercito se la rifa, no es posible ni admisible que le disparen a las familias, en todo caso SIEMPRE, SIEMPRE tiene la obligación de disparar a las llantas, sino estas abriendo la puerta a que en otros retenes como por decir el alcoholimetro te quieran disparar, el otro punto es si ellos decidieron esa vida pues es su problema, fue su selección, y te hablo desde el punto de vista profesional, a mi me encanta mi carrera y soy mal pagado, trabajo demasiado y es un desgasto impresionante, pero yo lo decidi. Es como con las drogas debes recordar que lo horrenda y miserable que pueda ser tu vida antes de las drogas no cambia con el uso de las mismas, sera exactamente igual.

    Saludos German Hernandez

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  4. Fui a ver la película e independientemente de si denuncia o solamente da una "pasadita" a un caso que cualquiera de nosotros ya ha escuchado en algún pueblito, me dio muchísimo gusto ver que antes de que yo entrara a la película tuve que hacer cola y cuando salí, ya había cola para entrar a verla... entonces, seguir pensando que a nadie le interesa el tema pues es seguirle jugando al wey sin temor. Que las drogas se legalicen sería lo mejor que podría pasarnos pero a ellos se les acaba el negocio... so, me moriré yo y esto seguirá igual... o peor.

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  5. Gordo kermit! estoy de acuerdo y aunque no he visto la peli, y tampoco consumo drogas, creo que no hay manera de erradicar esto, más que legalizando, no hay más. Laura Ruiz

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  6. En cuanto empecé a ver los cortos de la película El Infierno inmediatamente la asocié con la película La Ley de Hérodes sin saber que ésta también es de Luis Estrada (bueno más bien no me acordaba)que dicho sea de paso me súper encantó, los diálogos me hicieron reir mucho, espero pronto tener la oportunidad de ir a ver El Infierno.
    Si se fijan en Las películas de Luis Estrada casi siempre participa el mismo elenco, hay una película de él que se llama Un Mundo Maravilloso (que por cierto la pasaron en TV Azteca el Sábado pasado) y están gran parte de los actores que participan en la Ley de Hérodes y El Infierno.
    René tú mencionas que Luis Estrada es el creador de la película Cómodas Mensualidades (no sé a que te refieras con creador) pero el Director de esta película se llama Julián Pastor, a menos que digas que él es el guionista de la película?.

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