Caifanes en el Foro Sol: palomazo de grandes proporciones

Nota del editor: esta columna debió haber sido subida a este blog el martes 12 de abril. No lo fue. No hubo ningún otro motivo más que mi descuido. Ofrezco una disculpa. Este martes no habrá falla con la nueva columna, que se publica esta semana en http://www.callemexico.com.
Muchas gracias.

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Fue un palomazo. Los cuatro integrantes originales de Caifanes y Alejandro Marcovich se presentaron en el Vive Latino ante un público que no los escuchó.

A grito pelado, los asistentes al cierre del segundo día del festival Vive Latino, opacaron la voz del cantante y la fuerza de los instrumentos."Es difícil hablar cuando ustedes ya hablaron raza", dijo Saúl Hernández. Tal vez debió agregar "y es difícil cantar cuando ustedes gritan encima de todas las canciones". Escuchar, casi imposible.

Los calificativos (tan mentirosos como la estadística) van de "memorable" e "irrepetible" hasta "glorioso". Por lo tanto es de esperarse que los que asistieron al Foro Sol el sábado me "califiquen" de "sordo", "vendido" e "imbécil". Pero aún así, Caifanes regresó con un palomazo.

"No estuviste ahí, pinche gordo de mierda". Ya los oigo. Pero sí estuve ahí. Ellos no. Ellos estuvieron sólo en sus cabezas, no en el concierto.

Hay algo terrible en los fans mexicanos: no quieren oír, quieren protagonizar. Así que cualquiera que haya estado, como yo, intentando escuchar, entre la consola de audio y el escenario, habrá sido sometido por "la raza" gritando las canciones.

Era abominable. No hubo un solo acorde, una sola letra, que los "fans" no hayan escupido de sus gargantas a grito pelado. No se oía nada más que la plasta de macuarros haciendo uno de los coros más feos de que se tenga memoria. A Saúl no se le oía. Tal vez él sí, en sus "in ears", conectados directamente a la consola. Pero los demás no. Era como tratar de oír a los Backstreet Boys en medio de los gritos de sus enardecidas fans.

Los fans no oyeron, construyeron en su mentes el concierto que se les pegó la gana. No es entonces tan equivocado decir que la noche "gloriosa"... fue una alucinación colectiva...

¿Qué tal estuvo en realidad?

Musicalmente, muy regular. El "regreso" de Caifanes es un experimento y como tal, su desempeño es incipiente. En regresos de este tamaño, los Rolling Stones primero hacen una gira de teatros pequeños. Antes de regresar a los escenarios grandes, Paul McCartney echó a su familia y sus músicos en un camión y fue parándose por el camino ofreciendo conciertos gratuitos en auditorios de escuelas.

Los Caifanes se fueron directamente al monstruo del Foro Sol. Pero llegaron fríos, con no mucho ensayo. Además, este experimento es para ver si logran sobrevivir juntos y emprenden o no una gira. Hasta ahora, no hay programados más que el concierto de este fin de semana y el del Festival de Coachella. Tal vez esto haya sido todo lo que veamos de Caifanes.

¿Y el showmanship, Apá?

Hubo, como en todo experimento, errores básicos. Poner "Viento" como tercera canción y no venderla lo suficiente para enloquecer al respetable; esa canción debería ser equivalente a "Where The Streets Have No Name" en los conciertos de U2, pero la quemaron demasiado pronto. En general, lo mismo ocurrió con todo el listado de canciones.

Por otra parte... ¿Realmente era necesario regresar a Alejandro Marcovich? Yo creo que no, y su desempeño escénico me causa muchas dudas acerca del posible futuro de la banda. La guitarra de Marcovich no se calla nunca. Todo el tiempo está agregándole firulines y gorgoritos a las canciones como si su presencia fuera indispensable, ensuciando cada rola, hartando...

Una de las características del primer disco de Caifanes, sin Marcovich, era un cierto sonido "techno". Sí, "techno". Los teclados de Diego Herrera y la guitarra, modesta pero determinante, de Saúl, creaban una atmósfera genial. Basta oír las versiones de este fin de semana de "Mátenme porque me muero" o "Viento" para darse cuenta que la guitarra con tintes prehispánico-electro-pop-progresivo de Marcovich salen sobrando.

No me malentiendan. Él debe tener sus spotlights, en "Afuera", "Nubes" o "Aquí no es así". Pero no ser un concierto de "Marcovich and Friends". Eso fue lo que destruyó originalmente a Caifanes. El sábado fue como ver a un alcohólico: su ego retomó donde se quedó.

Creo que Saúl debería enmendar ese error histórico y contar sólo con Diego, Alfonso y Sabo, quienes además fueron lo mejor de la noche.

Para cuando llegó "Afuera" yo ya estaba hasta atrás del Foro Sol, junto a los baños y los botes de basura, pisando los tampax usados de las chicas que acamparon desde las once de la mañana. Estaba ahí tratando de escuchar con claridad, sin gritos, atrás de la consola. Y no. La guitarra de Marcovich y la voz de Saúl no están en su mejor momento. Y son lo que domina todo el espectro de audio. si Caifanes va a seguir, su futuro descansa en sus más finos creadores: Diego, Sabo y Alfonso. Con ellos y un guitarrista de estudio Saúl tiene más que suficiente. Ahí sí veo una gira posible. Con Marcovich, sonando así, veo las mismas nubes negras al frente, capitán.

Colofón para el mundo que empieza.

Pues regresa Maná. Como que no aguantaron vivir en un mundo con Caifanes y sin ellos. A ver si esta vez Fher -que cada vez se parece más a Denisse de Kalaffe- logra componer una canción coherentemente redactada. Ay, Maná... Las tortugas estarán a salvo y la Selva Negra feliz... Pero no por ello dejan de ser un mal chiste. Con muy buenos músicos, eso sí.

Columna publicada originalmente en: http://www.callemexico.com
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