martes, 10 de agosto de 2010

Llénate la cabeza de información... Pero después no te quejes

Hace poco tuve una crisis. Y en medio de ella, me di cuenta de todo lo que le había metido a mi cabeza. Como dice José Gordon en su serie "Imaginantes", me intoxiqué de filosofía.

Mi mente daba vueltas, tratando de poner en orden toda la información que hasta ese momento sujetaba lo que yo definía como existencia. Llámenlo, si quieren, una crisis de los cuarenta años, porque muy probablemente lo fue.

En menos palabras, se me pegaron los platinos. Estaba, además confrontado con una nueva generación a la que tenía excepcionalmente cerca. Y tal vez, por así decirlo, actualizaba mi software. Pero no fue fácil: varado a la mitad entre tratar de entender la puesta en marcha del Colisionador de Hadrones en Suiza (que me llevó a involucrar mis pensamientos en la física cuántica), las culpas judeo-cristianas (que me llevaron hasta Jerusalem) y la sensación de estar agotando mi proyecto de vida (que me llevó a reevaluar eso que llamamos éxito), pude asomarme a la enorme cantidad de información que tengo en la cabeza.

Ahora creo estar dándole vuelta a esa crisis y me parece haber despertado en otro mundo. Tengo en mis manos un Ipad y hoy compré en mitad del tráfico el más reciente ejemplar de la revista Newsweek. No tuve que pararme en la American Book Store ni ir a buscarla al aeropuerto (me gusta la edición original); mucho menos soportar la penuria del suscriptor que vive al sur del Río Bravo (la revista se pierde en el correo). Sólo tuve que hacer unas cuantas digitaciones en la pantalla y ¡presto!: el Newsweek.

En esta edición viene un artículo acerca de una aplicación para Ipad llamada Flipboard. Es una revista interactiva hecha de lo que tu mismo u otros publican o republican en la red. Estableces un puente (algunos llaman a esta acción "linkear") con tu Facebook y tu Twitter, y Flipboard se hace cargo de convertir tus preferencias en una revista interactiva con infinidad de enlaces y subenlaces a los sitios que tus seguidores o tus amigos (y no tan amigos) han decidido "compartir" en sus respectivas plataformas autogeneradas. La pantalla del Ipad se deslizó en una sola tarde de tráfico (yo no iba manejando) por tanta información como la contenida en el primer ejemplar impreso de La Biblia de Gutemberg.

He aquí la paradoja: ahora estoy acumulando más información en mi cabeza que antes. Desde los artículos acerca de la descalificación constitucional de la proposición ocho en California, que prohíbe los matrimonios entre personas del mismo sexo, hasta las fotografías personales de mi colaboradora Hilda Isa Salas, pasando por todo. LIteralmente, todo: los reportes de la llegada de la Selección Nacional a México, las opiniones acerca de la situación entre Colombia y Venezuela vista desde los ojos de un articulista argentino, los "tweets" aparentemente intrascendentes de una amiga que se encontró a una persona a la que ella llama un fantasma del pasado, o las razones que tratan de explicar por qué cada vez menos gente participa en la creación voluntaria y continua de la Wikipedia. Todo en forma de una revista atractiva que parece haber sido diseñada para mi.

Lo malo es que tanta información no ayuda en nada a este cable a tierra que estoy tratando de construir desde que mi crisis me enseñó qué tan inútil es saber tanto de nada. Y peor aún es darme cuenta que estoy reenganchándome en la supercarretera de la información de una manera adictiva.

Lo mejor que he podido hacer es tratar de desechar con más rapidez tal volumen de conocimiento inútil. Sé, sin embargo, que la mente humana (una de las cuales soy humilde depositario) almacena todo, desde lo más importante hasta lo más trivial y que, por lo tanto, si realmente es cierto que a la hora de nuestra muerte toda la vida pasa frente a nuestros ojos, voy a tener un gran trabajo revisando este material entregado en forma casi estroboscópica a mi cerebro. Quién sabe; tal vez de eso se trata el Juicio Final.

No me quejo. Es mi decisión. Y ustedes tampoco se quejen. Al final del día sus mentes les fueron entregadas para hacer con ellas lo que quieran. Incluso, tal vez, para enseñar a protegerlas de los ataques del ego colectivo. Pero uno sólo hace lo mejor que puede (o eso me gustaría creer).

Cualquier comentario a esta columna, supongo, llegará a mi revista personal y a mi cerebro sin que siquiera me preocupe por obtenerlo, así que hagan su mejor esfuerzo.

16 comentarios:

  1. Me caes MUY MAL, me parece que eres muy egocentrista, pesado y muchas otras cosas. Pero he de admitir dos cosas, me encanta como entrevistas (a veces) y sobre todo como escribes (casi siempre), ojalá fueras más congrunte.Pero disfruto leerte.
    Saludos...

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  2. Me gustó lo de la revista; comparación bastante acertada. Además, lo de la crisis, la "actualización de software", y el cuestionar fundamentos a partir de cosas tan triviales en apariencia, me suena familiar.

    Te abrazo, René.

    Tamara

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  3. Lo que cabría resaltar es que cuando uno lee algo nuevo,o recibe toda esta información,invariablemente tiene la mente abierta a aprender y no quedarse estancado en los mismos pensamientos de siempre...así que se te felicita por ser una persona con deseos de aprender al fin y al cabo...

    Otros prefieren (o preferimos)no llenarnos de toda esta nueva información y seguimos pensando igual (como aquellas personas que corren de su casa a los que les van a hablar de la biblia,con el argumento de que ya son demasiado viejos para que les vengan con nuevos conceptos)

    Y tanta información en ese flipboard,al final creo resultará eventualmente en el mismo fenómeno de un mp3 pirata...es tentador tener tanta música,pero al fin y al cabo sólo elegirás lo que te guste y si acaso por lo mucho escucharás tantito de cada canción y al final botarás a la chinguiri minguiri todo el disco (o tanta información del flipboard,pues)Ahora que por otro lado para qué compras el "niuswic" habiendo aquí tan buenas publicaciones como el Órale!!!...en fin,allá Tutankamón...

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  4. coincido con el primer comentario, presumir de que todo lo sabes y a la vez aceptar que nada entiendes, es totalmente incongruente.

    eventualmente el conocimiento adquirido te ayudaría a discernir lo que es importante y lo que es trivial en mayor o menor medida
    saludos.

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  5. Kermit, mi adorable gorda, sigue igual de "incongruente" si es que lo eres, eso solo demuestra que eres humano y solo usas gorritos muy caros en la cabezota por sentirme un personaje de "Comic" y eso es chistoso, jajaja.

    Aunque es cierto, tanta información nos puede servir de nada, sin embargo, ser conscientes de ello nos puede permitir administrar lo que vemos y bueno, unas vitaminas para la memoria en estos tiempos a nadie le caen mal, jajaja.

    Come Frutas y verduras diria el Temo Blanco!!!

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  6. Parece que estás a punto de ver los numeritos de la Matrix, Kermit. Espero escribas sobre lo que hay del otro lado. Mientras, relájate, fluye. Siéntate en la banca de un parque a comer un helado mientras observas la vida y verás cómo las cosas comienzan a acomodarse por sí solas en tu mente.

    Un saludo.

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  7. Mira René acumular tanta información y conocimientos (útiles o inútiles) en tu mente y en tu cerebro es el mejor ejercicio para éstos, y aunque al parecer ésto no está totalmente comprobado se dice que las personas que ejercitan la mente através del aprendizaje están en menor probabilidad de adquirir alzheimer, así que entonces tú vas de gane.

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  8. Hola Rene me gusto tu nota, no cabe duda entre mas te escucho y te leo caigo en la cuenta de que dentro de ti hay ser humano que profundizas en tu interior,por muy arrogante que te muestres ante los demas, buenas mentaforas de tu interior y la muy moderna vida cotidiana...
    Saludos

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  9. Me encanta que eres un comunicador ameno que habla de TODO y que comenta con desparpajo que le gusta y que no, tu modo de emitir tus opiniones sin detenerte a sopesar que puedan pensar de tí.

    ¿Egocentrista? Nahh, yo diria sincero.

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  10. KERMIT Como diria HORAcio muy bonito a tu media lengua.
    ME DEJAS PENSANDO!
    y si es verdad es sorprendente la cantidad de cosas que nos metemos a ala cabeza.

    En verdad te admiro por todos tus exitos.

    Eres una persona a la que en verdad admiro y me gustaria que te metieras mas cosas a tu cabeza.
    Lee mis poemas haber que opinas.

    http://alessen.blogspot.com/

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  11. En mi opinion la informacion es como la comida: el poder comer todo lo que queramos no es sano. Ahora que cantidad de informacion "necesitamos" depende de cada quien. Al final el exceso es peligroso, pero a veces necesario para mesurarnos y aprender a conocernos mejor.

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  12. Como combatir la adicción a las redes sociales?
    Buena reflexión Rene, sin movernos tenemos acceso ilimitado a un gran volumén de información, creo que debemos organizar, entronizar la que valga la pena(como tus escritos) y denostar los datos nimios ya que gran parte de lo que circula en la red es chatarra electronica.

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  13. Sabes gorda de mal deberias pensar como Sherlock Holmes,que la mente es una habitacion en la q tienes cajas y en ellas puedes acumular ciertas cosas las demas se pueden ir al diablo.

    Asi sufririas un poquito menos...
    Por cierto a mi tmb me caes mal jaja pero no tan mal pero escribes muy bien gorda sigue asi!

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  14. Jajaja mi estimado René (la gorda) lo que sucede que TE ESTAS HACIENDO VIEJO, asi de fácil, disfruta tu vejez... vive tu vida y deja de pensar que si te va a hacer daño que te metas mas informacion en la cabeza o no, te mando un abrazo y si... en cuanto a la descripcion de todo tu ser.. que mira que es mucho... jajaja derepente como que desfazas a ese cabron que habla con el que actua.. pero tu trabajo.. mis respetos, de donde sacasa tantas buenas entrevistas... genial para escribir.. saludos

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  15. Pues, ¿qué se puede comentar al respecto? Es una de las consecuencias de la información y la sociedad contemporánea.

    Podrías, no obstante, abstenerte de leer todo el material que aparece frente a tus ojos, abrir un paquete de Sabritas y ponerte a ver una telenovela. O recibir, procesar y manejar la información y no adquirir paz mental nunca más.

    Pero acá entre n'os, la paz mental está bien overrated.

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  16. Mi buen René, éste es el primer comentario que hago directo hacia ti en todos estos años que llevo de conocerte. Desde 1998 comencé a verte en algunos programas de Hola México, luego te descubrí en La Taquilla y hasta relativamente poco tiempo, en Es de Noche, porque estuve 3 años fuera del país en la época que tu aparecías en la Tv y en Big Brother, que por cierto, me hubiera gustado verte.

    Yo comprendo muy bien lo que has pasado, porque soy alguien que también mira las cosas con otro punto de vista, y que desde hace mucho me alejé de las especulaciones abiertas a todo y sin sentido que nos llegan desde todos los frentes de información disponibles, comenzando desde la clásica vieja chismosa que escuchas desde la ventana dar su versión de algún tema sin tener siquiera conocimiento alguno de lo que habla, y eso sí, autojustificada en su moral retrógrada para lanzar calificativos a diestra y siniestra sin el más mínimo disimulo... hasta todo lo que aparece por la internet.

    Yo tuve esa crisis que mencionas de tus 40 años, pero siendo mucho más joven que tu, claro, es un proceso por el que todos pasamos no una, sino muchas veces.

    Ahora Stephen Hawking nos dice que Dios no tuvo nada que ver en la creación del universo, y la verdad es que me asombra muy poco. Son de esas ocasiones en las que algo en tu interior, ya te lo había dicho.

    En fin, como sea, para ser más breve, sólo quiero agradecerte por todos estos años en los que desde cualquier parte, compartes tus momentos lúcidos, porque hay otros que de plano simplemente apago el radio o la tv para no escucharte diciendo pendejada y media.

    Tienes un humor poco soportable, y aún así no dejas de ser una persona inteligente, pensante, aunque por momentos demasiado cruel. Te prefiero por escrito que en la tv. Pero en la radio, te escucho desde 1999. Porque para mi la primer impresión que todo ser humano nos deja, no es la definitiva. Siempre cambiamos, no permanecemos iguales todo el tiempo. Y me agradó esto que escribiste aquí. Realmente lo disfruté demasiado, gracias por compartirlo, y si, la super carretera de la información es algo imparable, pero afortunadamente, todo tiene un interruptor, y podemos apagarlo cuando queramos, a pesar de todo. Gracias.

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