martes, 28 de septiembre de 2010

U2: manos aviesas sobre el botín

A Ticketmaster nadie lo audita. Y deberían. ¿Dónde están los boletos de cancha para ver a U2 en el Azteca? Ocesa va a decir que en manos de los fans, quienes una vez más demostraron "la convocatoria del grupo" o algo así.

Pero realmente, ¿quién los tiene? ¿Los fans más afortunados que eran miembros de u2.com con anterioridad? ¿Los que alcanzaron boleto de cancha en la segunda preventa para fans, dentro de los primeros cinco minutos, antes de que se acabaran? ¿O los pocos a los que el sistema Ticketmaster no los mandó a la goma con una cola instantánea de 10 minutos en la "preventa" Banamex?

¿O los tienen los patrocinadores? ¿O la reventa, que extrañamente sí logra, concierto tras concierto, ofrecer para todos los gustos y localidades?

Demasiadas manos aviesas rondan un concierto con tanta demanda. Manos nada santas, que tienen que atravesar por un solo control: el promotor.

El Reforma publica "precios asequibles para todos los bolsillos"; Ocesa odia a los que lo critican y sólo acepta a los que ensalzan sus bondades (saludos a un tal señor Reyes) los promotores de la competencia no han logrado aún darle la vuelta al imperio defeño de este consorcio. Y los fans, digan lo que digan ellos, la pagan. Algunos están contentos, se admite. Pero hay muchos, muchísimos, que siguen sintiéndose ultrajados, y que no tienen, ni en Ocesa ni a través de los instrumentos reguladores del gobierno, una sola ventanilla de quejas que les funcione.

El concierto de U2 está agotado y la segunda fecha parece inevitable. Mientras, pregunten ustedes entre sus conocidos qué opinan de esta experiencia de compra. Una en la que se pagaron sobreprecios sobre precios altísimos, y en la que mucha gente tuvo que atravesar aduanas que parecen haber sido diseñadas por El Mercader de Venecia: gastos por servicio, por envío, membresías inútiles a un club de fans y hasta un seguro por boleto de 230 pesos y una suscripción a la imbécil e inútil "Guía Ticketmaster" que vienen preseleccionadas en la compra y que si uno se descuida termina encajado con ellas.

No hay manera de auditarlos. No hay manera de parar su voracidad. Y la vergüenza es algo que hace mucho dejaron de tener.

El lunes, en www.callemexico.com, publiqué la primera parte de esta reseña. Aquí la tienen.

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La primera "preventa" para U2: entre la decepción y el fraude

Barcelona, España.- Algo apesta siempre con la venta de boletos en México. Siempre hay algo mal hecho, o fraudulento, o desagradable.

¿Quién lo permite? ¿A quién le conviene? ¿Quién en CIE-Ocesa-Ticketmaster está exprimiendo, centavo a centavo, a los fans de los conciertos importantes para compensar las pérdidas de ese monstruo en otras áreas?

No lo sé. Pero es claro que la experiencia de comprar boletos en México es siempre la peor. Sin opción de reclamarle a nadie, o de pasar el mal trago con alguien que del otro lado de la línea explique el comportamiento abusivo y doloso hacia los clientes.

Vamos por partes. U2 tiene un club de fans por Internet. Cobran por pertenecer y a cambio dan ciertas cosas, entre ellas el acceso a comprar boletos para los conciertos antes que comience la venta al público. Bajo ese sistema, he comprado boletos para ver a la banda en Londres y Nueva York, siempre sin problema alguno. En ninguno de esos casos ocurre lo que en México. Ayer, sencillamente, me quedé sin poder comprar unos boletos de cancha en el Estadio Azteca porque quien sabe a quién o a quiénes les conviene boicotear la preventa para fans.

Sospechemos, pues, quiénes están detrás del asunto.

El primer sospechoso es Banamex. Las famosas "preventas Banamex" son un crimen instituido. Violan la ley de derechos al consumidor de la Profeco (Procuraduría de chocolate en estos casos) y hasta la Constitución. Son una venta condicionada, discriminatoria. Lo peor es que todos los boletos de los conciertos se abren bajo ese sistema. Cuando alguien quiere comprar sus boletos con otra tarjeta, o con dinero en efectivo, es discriminado.

La ganancia para Banamex es enorme. De la venta de una serie de conciertos, entre el 5 y el 6% es para las tarjetas de crédito. En México, muchas veces, ese porcentaje se va entero a Banamex. Ocesa lo promueve y lo permite. Se trata de una práctica monopólica y desleal, contraria a la competencia, y se trata, a fin de cuentas, de corrupción institucionalizada.

¿Qué hace a Banamex sospechoso? Pues que las preventas del club de fans de U2 son con cualquier tarjeta. Si la venta para esa instancia fuera como las suyas, Banamex estaría inmediatamente fuera de las enormes ganancias porcentuales de los conciertos de U2.

¿QUE SUCEDIÓ?

Primero, que U2 dividió la preventa para fans en dos partes. Fans antiguos y nuevos fans. Los antiguos pudieron comprar boletos desde el viernes. Los nuevos, ayer a la 1 PM, tiempo del centro de México. En ambos casos, los boletos de cancha se acabaron a minutos de iniciada la preventa. Poco a poco, los que habíamos pagado 50 dólares por tener un acceso previo a la venta, fuimos dándonos cuenta que habíamos sido relegados a la opción de los boletos "preferente bajo", a un precio de más de tres mil pesos por boleto. Y no son los mejores. Esos son los de cancha.

Por otra parte, además de la limitación en la venta para fans, hay que sumarle que Ocesa abrió la venta a mucha más gente, el mismo día y a la misma hora, vendiendo a 650 pesos la membresía junto con el boleto. La "ventaja" de la suscripción al u2.com se diluyó en segundos. Es la única vez que he visto un comportamiento semejante, insultante y doloso contra el cliente. Es una pena decir que sólo ocurre en México.

Culpar a Ocesa es sencillo y casi obvio. Pero, ¿qué tanta responsabilidad tiene la banda en el asunto?

LOS "ESTÁNDARES" DE CALIDAD

U2 es una banda buenita, buenita. De esas que quieren salvar al mundo. De esas con un líder que se saca fotos con Nelson Mandela, y que dona un porcentaje de la "Zona Roja" de sus conciertos a causas de beneficencia. Claro, lo donan de los 4 mil 900 pesos que le encajan al público, pero, ¿a quién le importa? ¿Quién dudaría de Bono, ese mismo señor que se reúne con los líderes del mundo capitalista para pedirles que de favorcito le condonen la deuda a los países pobres?

Por eso, como banda buenita, U2 debe conservar los privilegios de sus fans, incluyendo que ellos, al pagar los 50 dólares de la membresía, reciban un cd de regalo y un 25% de descuento en su tienda de souvenirs por Internet. ¡Cuánta generosidad! Pero eso sí, con lo que no van a poder es con la voracidad de Banamex y Ocesa. Porque como todo en este negocio abre una negociación, también está negociada la cantidad de boletos para la preventa de los fans y los de la preventa Banamex. Los demás, palabras más y menos, que se jodan. Porque ahí no hay "spillovers". No hay esos jugosos centavitos de los "cargos por servicio", o de lo que se puede ganar si el tipo de cambio no los traiciona antes de que hagan las transacciones bancarias necesarias para exprimir el concierto en todas sus aristas. Hasta que el consumidor no está completamente desangrado, pues.

Y aquí estoy, con una inútil membresía que me incapacitó para conseguir cuatro mugres boletos de cancha para U2. Decidiendo que por supuesto no voy a pagar más de tres mil pesos (cargos incluidos) para ver el concierto a través de la asquerosa reja azul de la sección de butacas bajas del Estadio Azteca, y a punto de pedirle a la buenita banda que me regrese hasta el último centavo de los 50 dólares que considero una de las más grandes estafas. Y todo porque en México la experiencia de ir a un concierto es la peor del mundo civilizado.

Súmenle a esto la "gracia" de Ocesa de abrir la venta el mismo día de la venta para fans. Sencillamente, le abrieron la puerta a cualquiera que quisiera aprovechar el momento para comprar. Y no se vale decir que ayer se abrió al mismo tiempo que para los nuevos miembros de u2.com, porque la misma mala experiencia me la han reportado los viejos suscriptores.

Ahora, esperaré a mañana. Si consigo mis boletos de cancha con Banamex, mis sospechas se harán más sólidas. Pero como Joseph K en La Metamorfosis, no tendré más que convertirme en cucaracha y aceptar la basura de la neoburocracia corporativa, sin cara y sin responsabilidad, que hace de la experiencia de comprar boletos en México un estercolero que apesta a nido de ratas. Ratas con corbata, eso sí.

COLOFÓN PARA EL MUNDO QUE EMPIEZA. El mexicano que más triunfa en España se llama Gerardo González. Se lleva todos los aplausos de una cosa llamada 40, el musical, que les reseñaré, de manera especial, el miércoles en este espacio. La obra no se salva, pero sorprende lo que ocurre con El señor González. Nos leemos aquí.

Columna publicada originalmente en www.callemexico.com
Twitter: @Kermit@Franco
Email: rfranco@callemexico.com




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4 comentarios:

  1. Ademas los que logramos comprar boletos en las alturas, tenemos problemas con la impresión de boletos en TicketFast.

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  2. Es un robo en despoblado. Eso de que te dan un servicio, mas bien es que te "roban" con tu permiso.
    No se si alguien lo haya intentado en ésta ocasión, pero ¿no venden los boletos en el estadio?
    En otras ocasiones yo prefiero gastarme ese $ en darme la vuelta e ir a comprarlo ahí mismo,que dárselo a TM. Es un robo cínico y alevoso, pero también estoy consciente de que el tamaño de la ciudad y la centralización de los eventos lo hace difícil, pero de eso se aprovechan para exprimirnos hasta las últimas consecuencias.
    Si, deberían auditarlos y poner un límite a lo que hacen, mientras tanto...busquemos la manera de no dejar que nos roben.

    Ahora viene una nueva fecha ¿no? ¡Lancémonos a la taquilla del estadio y no le demos al abusivo, por lo menos no sin protestar, porque finalmente TM saca hasta de la reventa.

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  3. yo por eso no voy a ver a U2, por toda su mercadotecnia y voraz forma de encajar la uña en sus conciertos se me hace la peor banda y las mas incongruente con respecto a sus supuestos actos de "beneficiencia"

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  4. Valentina, infórmate, hasta el mismo artículo te lo explica, el que especula es ticketmaster y ocesa, no u2, en otros paises no hay este problema, y la beneficencia de u2 es real, otra cosa es que no te guste su música, tal ves prefieras alguna mamadita "indy", o "poppie" o "heavy", o seas una nueva "punkarra", en fin, me vale, pero no tires falsedades, niñita.

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