martes, 16 de noviembre de 2010

El coleccionista: amor por el héroe mórbido

El personaje central de El coleccionista es un miserable.

Un imbécil sin vida que se saca la lotería y que, como ahora tiene dinero, lo utiliza para secuestrar a una muchacha con la que está obsesionado. Su única intención: expandir su miseria; reafirmarse en el hecho de ser un patán sin vida, que se imagina que las existencias de los demás son mejores que la suya.

Este imbécil no tiene ninguna intención, ningún deseo real. No es ni siquiera el asesino brutal o el criminal medianamente refinado. Es, por ponerlo en plata, un Don Nadie.

Lo interesante es que el personaje está muy bien escrito. Y ahí comienza lo extraña, morbosamente fascinante, que resulta su existencia escénica. Porque si bien en la vida real este baboso pasaría más desapercibido que un poste de luz, en la visión del novelista John Fowles se convierte en alguien, o en algo (al menos).

Fowles publicó esta novela acerca de un coleccionista de mariposas, gris empleado de un banco. Muy poco después, bajo la dirección de William Wyler, llegó al cine. En ese formato logró tres nominaciones al Óscar, incluyendo la de Mejor Guión Adaptado. Sorprende que tantas alturas puedan ser alcanzadas por un personaje anodino. Y en eso descansa la fascinación que en lo personal me provoca: a la gente le encanta la basura. Los seres humanos somos felices metiendo las narices en el estiércol y respirando profundo.

Terrence Stamp, el coleccionista, no merece para mi nada mejor que un balazo. Y de ahí a la fosa común, entre los despojos. La humanidad y la vida son un laboratorio para mejorar, no para quedarse viviendo en la trampa del ego a esos niveles. Stamp es un experimento fallido que debería ser desechado. Pero no. En cambio, se le hace una novela. Y una película. Y le dan premios. Y ahora, adaptado al teatro, llega a México para ser interpretado por Bruno Bichir en el Helénico.

Y a teatro lleno. Las dos primeras funciones (antes del estreno oficial, antes de las funciones de prensa) estuvieron a tope. Al final, me encontré al actor y coproductor de la obra, José María Torre, quien me dijo, "ahí va, ahí va..." con cara como de preocupación. Le contesté: "¿es tu primera obra, verdad?" Lo es. Si supiera lo que implica dos llenos en el preestreno, en la Ciudad de México, habría estado brincando de felicidad. No se puede vender ni un boleto más cuando todos han sido vendidos. Es el sueño dorado de cualquier productor.

Los que sí lo saben son sus socios, los Ortiz de Pinedo. Los mismos que han hecho del Helénico un teatro caliento, con público para cada función. Los que llamaron a Bruno Bichir para hacer el personaje y a Benjamín Cann para dirigírselo. Los que le atinaron al elegir a Bárbara Mori para el papel de Miranda, la chica secuestrada. La mujer tiene arrastre de público. No logra, eso sí, darle la réplica necesaria a Bichir. No tiene las facultades. No le pone la mesa al protagonista jamás. Pero la gente está ahí, ocupando todas las butacas, prefiriendo criticarla en la sobremesa de la cena después del teatro, que perdérsela. A este público Jorge Ortiz de Pinedo lo tiene radiografiado, estudiado y disectado mejor que el coleccionista a sus mariposas.

Palabras más, palabras menos, ustedes verán El coleccionista. Es lo más probable. Así que, ¿para qué negarse o resistirse? Vayan comprando sus boletos, haciéndole caso a sus novias o a sus esposas, o a su intuición para divertirse. Recuerden que en estos tiempos lo de "corta temporada" viene siendo cierto. El Teatro es el Helénico, en Avenida Revolución 1500. Boletos en Ticketmaster.

Machete: "te metiste con el mexicano equivocado"

Robert Rodriguez no está jugando. Es una comedia, ¡pero vaya comedia! Machetazo tras machetazo, el cineasta pone en términos crudos y reales el meollo de la situación migratoria entre México y Estados Unidos. Los políticos y los narcos son los mismos, a todos niveles. Todas las leyes migratorias están siendo impulsadas para favorecer el control de los tráficos legales e ilegales entre ambos países. Nadie está diciendo la verdad. Los presidentes, senadores, gobernadores, etc., son elementos corporativos al servicio del tráfico expedito de grandes volúmenes de dinero.

En pocas palabras: es un western. Bien elaborado, bien escrito, bien realizado, y con un personaje central heroico y simpático, que no se rinde jamás ante el poder, ni aún cuando todos a su alrededor se han corrompido.

Una especie de mezcla entre película del Santo, de los Hermanos Almada, y de Robert Rodriguez mismo, surgida de la muy fallida Planeta Terror. Pero esta vez, Rodriguez sí lo logra. Machete es una de las ofertas más divertidas de la cartelera. Y por si fuera poco, es actual. E inteligente. Y Danny Trejo es un sex symbol que opacaría, si lo deseara, hasta a James Bond en una isla griega. No demoren, y véanla. Y no la compren pirata. Nada se compara a verla en pantallota, con chesco y palomitas.

Colofón para el mundo que empieza. Les escribo esto desde una camioneta, rumbo al programa Décadas, de Televisa. El foro está en Huixquilucan-Interlomas. Llevo dos horas de camino y no hemos llegado. Me cae que el mundo ya se acabó, y me cae que ya sé por qué el programa no salió como querían: el elenco llega agotado y hambreado al foro. Y así... ¿cómo vamos a estar alegres cuando prendan las cámaras y vayamos al aire? Ya les contaré más. Feliz semana centenaria de la Revolución.

Columna publicada originalmente en http://www.callemexico.com
Twitter: @KermitFranco
Email: rfranco@callemexico.com

3 comentarios:

  1. LA OBRA NO LA VERE POR KE EVITO IR AL DF..LA PELICULA NO ME GUSTO NAADA...ESE HUMOR NO ES DE MI AGRADO,,SE ME HIZO DEMASIADO TODO..DESNUDOS KE NO TENIAN PORKE SER,SANGRE AL POR MAYOR,ETC,ETC..NO ME GUSTO Y DEKDAS NUNK FUE BUENO..SALUDOS RENE..

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  2. Hola René, te escribo desde Colombia, en donde junto a mi esposa vemos el programa DECADAS. Creo que al menos es un buen intento de Televisa por retornar a los domingos musicales, tal vez adolesca de algunos puntos, como las intervenciones demasiado intensas de Ramones uqe siempre quiere llevarse cámara. Los actuales representantes de las décadas no me parecen acertados.

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  3. Gracias. Saludos hasta Colombia. La verdad es que estuve en DECADAS una sola emisión, así que no puedo profundizar mucho en el asunto. Gracias por leer este blog!

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