miércoles, 2 de marzo de 2011

Los Óscares: impredecibles, y más vivos que nunca


Pensé que Hollywood se iba a sumar a la ola del año de Mark Zuckerberg.

No era extraño que, siendo el Hombre del Año de la revista Time, con la empresa de medios de mayor expansión del mundo, inversionistas matando por comprar acciones de Facebook, y muchos miembros de la Academia en esa oleada, La Red Social se llevara el Óscar, corroborando así su inmerecido éxito en los Globos de Oro.

Pero no. Hollywood eligió por lo tradicional y decidió premiar una película de arte como la ganadora de su más importante premio en la edición 83. El discurso del rey se llevó la noche con las estatuillas a Mejor Película, Mejor Actor, Mejor Director y Mejor Guión Original.

Debimos sospecharlo pero no lo hicimos. Estuvo telegrafiado desde el principio, cuando Tom Hanks subió a dar el premio a Mejor Guión Adaptado y Original, y dijo que desde Titanic no coincidían tres premios para una misma película. Mejor Película, Director y Guión. Pero no supimos leerlo. Al otorgarle los premios a Mejor Guión Adaptado, Mejor Música y Mejor Edición a La Red Social, nos hicieron creer que el año de Facebook sería coronado ayer. Pero no. Esta vez supieron guardar la sorpresa.

Hay óscares para rato

Los Óscares reconquistaron ayer un cierto prestigio de impredecibles.

Es muy posible que sean el premio más notorio del mundo. Más que los Nobel. Y la Academia gringa quiere mantenerlos así. Ayer lo hizo una vez más: sorprendió, acaparó, interesó y triunfó. Puso a medio mundo a girar alrededor de una veintena de películas -ni las mejores del mundo ni las únicas- y reafianzó a su industria como la más lucrativa del género.

Llevan 83 años sacando al conejito de la chistera y haciéndonos aplaudir como mensos. Cuando ya no esperamos ninguna vuelta de tuerca, algo hacen.

No pocas veces los Óscares han encumbrado personas y películas por motivos claramente políticos. En el Año Internacional de la Mujer, el primer Óscar a una directora, Kathryn Bigelow por The Hurt Locker, por ejemplo. Y como ese hay decenas de momentos en los que las mejores películas se han quedado sentadas viendo como las políticamente correctas suben por sus premios.

Pero de cuando en cuando, hacen exactamente lo que deben, para recuperar la credibilidad y sobrevivir una década más. Como anoche.

¿Están todos de acuerdo?

No creo que nadie esté inconforme. Una cinta como El discurso del rey es incontrovertiblemente buena. Tiene todos los elementos para que la gente opine que se merece un premio. Firth buen actor. Bale muy bien como Mejor Actor de Reparto. Y Melissa Leo. Y Natalie Portman indiscutibles en sus actuaciones de premio.

Nadie puede negar que El Origen tiene gran sonido, y que sus efectos visuales son espectaculares. A nadie le molestará que la abigarrada y visualmente perturbadora Alicia en el País de las Maravillas se haya llevado los premios a Dirección de Arte y Vestuario, y mucho menos habrá discusión en que la canción de Toy Story 3 se haya llevado su premio a casa.

En cuanto a películas animadas, muchos podrán creer que Cómo entrenar a tu dragón merecía más el premio, pero ¿cómo no dárselo a Toy Story si era la única película en esa categoría que también estaba nominada a Mejor Película? Les digo: el juego de la Academia se llamó credibilidad...

Y en cuanto a Mejor Película en Lengua Extranjera, ganó la favorita. En un mundo mejor, de Dinamarca era la elección lógica. Biutiful llegó lejísimos, y para Javier Bardem (que se ve un poco regordete, tal vez para algún otro papel) fue un gran escaparate (Mejor Actor en Cannes, en los Goya, nominado en los BAFTA y los Óscares). Hasta ahí llega y a pensar en la que sigue.

¿Qué más? Pues que Jennifer Hudson bajó mucho de peso, que Anne Hathaway es encantadora y James Franco un plomo, y que Kirk Douglas es uno de los viejitos más chistosos en Gringolandia. Y que hasta Bob Hope condujo. Impredecibles, por su decisión de regresar a lo clásico. En serio que los gringos son buenos para tendemos a todos al filo de la butaca. Ni hablar.

Colofón para el mundo que empieza. No sé por qué Francisco Céspedes y Armando Manzanero no están explotando todavía su alianza para los conciertos que llevan por nombre Armando un Pancho. ¿Estarán muy caros? ¿Los empresarios creerán que no van a llevar tanta gente a los auditorios? Pancho Céspedes me dijo el año pasado que, a estas alturas, ya tendríamos disco, DVD y gira intensa. Sigo esperando, pero con ansiedad. Y mucha... A ver si me lanzo la próxima semana a la SACM y le pregunto a Manzanero si es porque le sobran millones y no quiere coleccionar unos cuantos más lanzando este proyecto en grande.

Columna publicada originalmente en http://www.callemexico.com
Email: rfranco@callemexico.com
Twitter: KermitFranco

1 comentario:

  1. Y entonces por qué cayo la audiencia 10%?

    Me parecieron medio "huecos" primordialmente porque la parte músical era un ASCO (salvo Randy Newman) y la entrega se fue por la facil.

    Era muy bueno lo de las proyecciones en el escenario, austeridad pero lujo. Estuvieron más o menos.

    PD: Maten a SUSANA MOSCATEL. Kermit, por que no le enseñaste ingles cuando estuvo contigo? Fue una pena completa!

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