jueves, 9 de junio de 2011

Kalimba no llegó hasta el final





Qué perdón ni que ocho cuartos. No basta. El abogado de Kalimba tuvo razón en declararse sorprendido ante la aparición de Kimberly de la Campa en video, en el programa "Ventaneando", cuando había prometido hacer una conferencia de prensa. Pero no creo que tenga razón en los argumentos por los que recomendó que su cliente otorgara el perdón a Kimberly de la Campa.

El asunto es simple: la mujer sabía que detrás del asunto hay mucho más y se escapó de la responsabilidad.

Pero no debería haberle bastado al cantante. Porque una cosa es haber mentido flagrantemente, haber tratado de extorsionarlo... Y otra es volver a mentir. Lo que la mujer le dijo a Ventaneando es también mentira. No es cierto que haya confundido una actitud de su hija de cinco años y haya reaccionado impulsivamente Hubo una conducta criminal con premeditación, alevosía y ventaja. Es evidente en el video que publicó la revista TVNotas a través de su portal de internet: la mujer está contando una historia elaborada, completa, inculpando al cantante no sólo de haber abusado de su hija, sino de ella misma; diciendo además que Kalimba golpeaba a sus dos hijos, acusándolo de haber tenido sexo con su hermana y haber sido violado por su propio tío.

Todas esas preguntas habrían surgido en la conferencia de prensa. Más aún, habría tenido que aclarar la demanda por intento de extorsión; los dos millones de pesos que ella y su suegro le exigieron a Kalimba para no hacer estas declaraciones. Y más: si realmente recibió medio millón de pesos por hacerlas. La mujer no supo ni en qué se metió ni cuales eran las consecuencias por inventar una mentira de ese tamaño, acusando a una persona públicamente de pederastia.

¿Dónde está entonces la versión de que Kalimba introdujo un lápiz en el ano de la niña, que la revista publicó sin ningún escrúpulo? ¿Existió entonces o no un examen ginecológico como el que esta mujer relató, y que revelaba, según ella, claramente el abuso? No basta. Kalimba no debió darse por satisfecho, porque había mucho más en juego.

No hay periodismo

Cuando el objetivo único es vender, no hay periodismo. Si, para elevar las ventas o la circulación del medio que represento, invento las noticias, estoy completamente fuera de la credibilidad. No soy verdadero. No busco los hechos ni la realidad. Lo verdaderamente grave de este caso es que se trata de corrupción. Yo le pago a una persona para que declare de otra algo que provoque mayores ventas, incluyendo un crimen de ese tamaño. Es equiparable a decir "Kalimba mató a mi mamá", o "Kalimba es narcotraficante". No estamos jugando. Esas son acusaciones serias, que necesitan respaldo de investigación y fuentes sólidas. Si no las tengo, no lo publico. Punto.

El problema es que una publicación que llega a ese extremo, se pone a sí misma al borde de la credibilidad y cuando se topa con las leyes, se desbarranca. Nadie puede esperar hacer esas acusaciones y que el asunto no termine en los juzgados. A la publicación le conviene que ya no nos acordemos del asunto y que nadie profundice. Si hubiera existido la conferencia de prensa de Kimberly de la Campa, la revista habría quedado en mortal entredicho, en toda su operación. Pero la mujer quedó entre dos fuegos y buscó que su exnovio la perdonara con el menor daño posible, con ese tímido intento de explicación. La realidad es que Kalimba debió proceder aún con más fuerza, simplemente porque tenía la sartén por el mango, la razón y la verdad de su lado. Si no hubiera sido así, la mujer no se habría retractado y la publicación no habría guardado silencio.

No basta. Para Kalimba es muy importante que su nombre quede muy limpio, sobre todo por la circunstancia en la que se encuentra su vida. Si gana esta batalla, regresará su carrera con más fuerza que nunca. Si queda una sola sombra de duda, el daño puede ser irreversible. Ojalá, para él, esta acción haya sido suficiente.

Para la prensa de espectáculos, que sigue cada semana religiosamente las líneas de "investigación" de las revistas, también es un momento decisivo: si estas notas no están investigadas y verificadas; si cualquier personaje puede declarar lo que sea por dinero... ¿A dónde vamos si les damos seguimiento?

Cómplices. Corrupción. Complacencia. Ahora, de parte de todos, silencio. Es más grave y más profundo de lo que se ve y se escucha.

Colofón para el mundo que empieza. Yuri regresa en septiembre al Auditorio. No se la pierdan. Es como un viaje a la mente de una mujer completamente realizada... Divertida... Excesiva. Y eso sí: con la mejor voz de este país y una de las mejores cinco de este mundo. Bien Yuri, tu muy bien.

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