martes, 4 de octubre de 2011

México, la falacia más cara del mundo


Despilfarramos el dinero en elecciones estúpidas. No puedo creer que le dediquemos tanto esfuerzo a ver contender a las personas que administran el dinero para ver quién gana el poder de administrarlo. No hay ideologías reales o sustentables en esa idiotez; sólo es un asunto de niños chiquitos a ver quién se queda con el tubito mágico que lo legitima como presidente.

Es como si en una empresa, el dueño permitiera que sus empleados se gastaran toda la nómina en elegir al gerente general. Y que esos mismos empleados, en lugar de hacer su trabajo, dedicaran todo su día a la “contienda”. Con su dinero.

En esencia, el mal está perfectamente planteado: ¿cómo confiar que esas personas van a hacer buen uso de los recursos que administren si desde ahora los usan sólo para sus planes? Nos lo disfrazan, eso sí: “es por tu bien”; “te va a convenir”; “mi plan es necesario”, pero en realidad todo ello no es más que palabrería. Carísima, vacía.

Me largué 15 días. Resumen de viaje: la única nota de México que vi trascender en los periódicos de Estados Unidos, Gran Bretaña y España, fue una en el Financial Times acerca del asesinato de “La Nena de Laredo”, una mujer que coordinaba redes sociales para denunciar crímenes en la frontera. (El Times, por cierto, es leído por personas poderosas que deciden dónde poner sus inversiones. Su diario les muestra la temperatura de esos posibles sitios de inversión.)

La única nota. Y no creo que sea un complot, o que sólo se fijen en la violencia de este país. Es simple y llanamente, que lo que hacemos acá no tiene la menor importancia.

Fuera de las fronteras de México, Andrés Manuel López Obrador, Ernesto Peña Nieto, Marcelo Ebrard, o la Vázquez Mota no existen. Felipe Calderón, apenas. No son nada. No son ni los políticos ni los candidatos de un país que vaya a equilibrar o desequilibrar nada. Pero aquí todos, a su manera, refrendan la presidencia imperial de la que habló Enrique Krauze: se sienten la última Coca-Cola fría del desierto antes de darse cuenta que están en el desierto.

Se nota muchísimo al salir y regresar: el mundo de México es ficticio. Es una invención hiperbólica que existe principalmente en los diarios, la radio, y la televisión. De ahí se instala en la mente de las personas. En ese momento, y no antes, cobra gravedad, importancia. Pero no es una importancia real. Yo los invito, una vez más, a ver a estas personas como lo que son: subproductos de un ego nacional muy mal entendido. Nosotros los estamos inventando y reinventando; pero si quisiéramos, no tendrían la menor importancia simple y sencillamente porque en la realidad no la tienen.

En más o menos nueve meses vamos a votar. Pero por unos señores (o señora) que simple y sencillamente deben administrar nuestra riqueza común. De aquí a entonces, lamentablemente, ellos(a) van a abusar de esa misma riqueza queriendo ganar el puesto. Yo los invito de nuevo: réstenles poder. No vean tantas noticias, no crean que uno de ellos es Supermán; no se afilien a ninguna facción. Sólo voten por aquel(la) que piensen que va a hacer mejor su trabajo y nos va a dejar trabajar en paz. No por ídolos para tirarlos seis años después cuando no estuvieron a la altura de expectativas tan irreales como la postura de cuasicaudillos que nos están vendiendo. Tiene que pasar, y va a pasar tarde o temprano. Sólo les digo: cuánto antes, mejor.

¿Qué les digo de Capulina?

Pues nada. Realmente nada. Tal vez “Joy joroy joy joy joy joy”. El hombre cuidó tanto su imagen, que jamás supimos nada de él, o sus luchas, sus fracasos, sus pleitos. Él vivió y murió como El Rey del Humorismo Blanco. No tengo nada más que decir que descanse en paz. Y tal vez ver una de sus movies con Viruta (porque su serie de televisión era horrible). O, no... Esperen; también les pido que vuelvan a publicar “el Capulinita”. Era perfecto para ciertas situaciones de la vida, como esperar en una terminal de autobuses. Por la atención a la presente, gracias.

Colofón para el mundo que empieza.
A Los Caifanes les urge un cambio de look. Es una gran oportunidad para tener nuestra primera gran banda de rockeros clásicos, que se vean increíbles. Vean a los Rolling Stones: tienen una imagen tan cuidada, tan profesional, que parece completamente casual. Mis Caifanes tienen una imagen tan casual, que no parece profesional. ¡Venga, mi Saúl y compañía! ¡Aprovechen el regreso a rock stars para traer look matador! Nunca hay que dejar de hacerle homenaje a los Rolling.

Columna publicada originalmente en http://www.callemexico.com

Twitter @KermitFranco

Mail: rfranco@callemexico.com

1 comentario:

  1. jajajaja!!! tu hablando de nuestro país!!!!! permiteme que me ria hasta cagarme!!!! jajajaja!!!! tu ser inexistente a los ojos de México eres un factor de cambio invisible (si es que en algún momento has siquiera pensado en serlo) aun te recuerdo tirando mierda de Olallo Rubio a lo mejor el no es como te gustaría que fuera toda la sociedad por que si todo el pueblo abriera los ojos nadie vería los proyectos aburridos y vacíos que intentas mostrar Olallo jamas ha idolatrado a los E.U mas sin embargo ha demostrada de mil y un formas que somos sus esclavos y hacen de nosotros lo que les sale de los huevos por gente sin un poco mas de criterio como tu este hermoso país sera la puta de E.U. ponte a cambiar tu mente vendida a televisa y borra de tu cabeza la frase al pueblo pan y circo que es lo único que tu intentas hacer

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