martes, 1 de noviembre de 2011

La piel que habito: ¿De cuál fumó Almodóvar?

Banderas: ¿alguien dijo venganza?
 Siempre he creído que Pedro Almodóvar tiene como ídolo a Alfred Hitchcock. Y por momentos, es como de ese tamaño: el español tiene un ojo privilegiado para la estética y los fetiches, como Hitchcock. Es capaz de enfocar a un solo personaje en un gentío con precisión de cirujano, como Hitchcock. Tiene la manera de hacer que los hombres y las mujeres de sus películas parezcan surgidos de un sueño, como Hitchcock.

Pero no adapta como el maestro. No dialoga igual. No logra el suspense con la misma exactitud, y todo el tiempo tiene que estar parchando sus historias con situaciones cada vez más inverosímiles, hasta que la película parece creada por un niño de seis años jugando con sus muñecos. Es como ver al Chavo del Ocho diciendo "...Y que entonces, te agarraba un doctor loco, y que te encerraba, y que hacía experimentos contigo, y entonces que llegaba un señor vestido de tigre, pero que ya lo conocías, y que antes se había fugado con tu esposa,  que chocaban y que se incendiaban, y que, y que..." Así, hasta el infinito.

¡No quiero escribir comedia!

Creo también que lo de Almodóvar es el humor. Sus mejores películas son aquellas en las que estas situaciones límite que tanto le encantan, llevan a sus personajes al borde de la risa. Todos son idiotas, por decir lo menos; actúan a bote pronto y por impulso, tomando siempre las peores decisiones posibles. Y hacen reír. Pero cuando Almodóvar se pone detectivesco, algo falla.

La comedia es lo suyo. O el melodrama. En Carne Trémula, La mala educación o Todo sobre mi madre, Almodóvar brilla. Saca la bola del estadio. En cambio, cuando quiere crear suspenso, como en Kika, La flor de mi secreto o Volver, los resultados son feos. Y más si hay un cadáver de por medio. Uf. En esos casos, es mejor no tratar de seguir la historia y regodearse una y otra vez con la siempre maravillosa visión de un cineasta que hace que sus actores se vean como auténticas estrellas. Las tomas de Penélope Cruz en Volver son lo que hace que esa película sea visible, pero nada más.

No es distinto en La piel que habito. Parecería como si Fellini estuviera filmando a Mastroiani en este reencuentro de Almodóvar y Banderas. Qué bárbaro, qué imágenes. Pero en cuanto a la trama... ¿Otra vez? Antonio Banderas es Roberto, un cirujano loco que perdió a su mujer, que se había fugado con su hermano, que ahora regresa disfrazado de tigre, a la casa donde él tiene encerrada a una mujer igualita a su hija, quien es cuidada por la mamá de ambos... Aunque ninguno sabe que es su mamá.

O sea, otro churrazo de un gran director, que simple y llanamente no acepta que eso de los thrillers no se le da. Pobres de nosotros, los espectadores, que aguantamos estas jaladas, sólo porque no sabemos si esta vez Almodóvar nos trae otra genialidad. Pero no; ésta vez sale ponchado en todas sus oportunidades, haciéndonos dudar si realmente dirigió él o la señora que vende los hot dogs.

No lo salvan ni las grandes actuaciones de la hermosísima Elena Anaya y Marisa Paredes, dos soldados de este trabajo, capaces de darle lustre a los textos más inverosímiles.

Pero nada más. La piel que habito es un churro, que debería haber sido filmado por los creadores de Intrépidos Punks. Así, y tal vez con la actuación estelar de William Levy, habría sido más adecuada esta historia de médicos locos, mujeres incendiadas, muertos que no están muertos, y hasta con operación jarocha sin su consentimiento, violadores disfrazados del gato GC y mujeres suicidas. Como que el mejor diálogo de esta película para describirse a sí misma es: "es Carnaval..."

Cosío: el Diablo Mayor.

 Colofón para el mundo que empieza. En cambio, esperen Pastorela, la nueva gran película mexicana, que se estrena el próximo viernes. Ustedes simplemente véanla y la platicamos aquí, en la próxima columna. ¡Peliculón! Vaya, ya era hora...




Columna publicada originalmente en http://www.callemexico.com

Twitter: @KermitFranco

Mail: rfranco@callemexico.com

3 comentarios:

  1. ¿No podrías platicar de que va "pastorela"? si dices que es buena ojála llegue a Tampico

    ResponderEliminar
  2. DE TODAS FORMAS IREMOS A LAS SALAS DE CINE A VER "LA PIEL QUE HABITO", POR CURIOSIDAD O SIMPLEMENTE POR SEGUIR CON EL CULTO AL MAESTRO ALMODÓVAR.

    Y CLARO QUE VEREMOS PASTORELA.
    SALUDOS FRANCO

    ResponderEliminar
  3. Creo que ademas d irresponsable e esquizofrenico (por todos los hiper-churros d 3a. q te avientas sobre el siglo 2012 y tu numerologia, en un pais d tercer mundo como Mexiquito d las garnachas), eres increiblemente torpe al dar tu vision sobre esta pelicula. Ahi te encargo q ademas d reventarte TODOS los videos de Richard Dawkings los cuales te URGEN (buscalos en You Tube) para curar tu mal bipolar-schizophrenic, empieces a ver un poco d cine Asiatico como el Coreano. Titulos? 'Old Boy' seria bueno primero (via Torrents), y de ahi te sigues. Igual y descubres otro tipo d cine d horror nuevo, q hace ver a tus gabachitos como Disneyland, q es ademas interesante y maravillosamente asqueroso, el cual al parecer, toco a Almodovar con su dedito menique.

    ResponderEliminar