martes, 21 de diciembre de 2010

"Viva México, cabrones": Roger Waters

A nadie se le había ocurrido. A Roger Waters sí. Como si necesitara quedar bien con nosotros, abrió su primer concierto de la gira The Wall Live en el Palacio de los Deportes con esa frase futbolera que tanto nos une.

Debe gustarle venir. Mucho. Es su tercera gira aquí, y la Ciudad de México es la única parada en América Latina de The Wall. Después de esto comienzan las fechas en Europa.

Así que "Viva México, cabrones". Y no sólo eso. También su declaración de que el español es un idioma que "todos deberíamos hablar", su promesa de hablarlo en su próxima visita, y la modificación que le hizo a su producción en nuestro honor: ante la pregunta legendaria de la canción "Mother", "Mamá, ¿debo confiar en el gobierno?", en la enorme pared se leyó la frase "Ni madres guey". Esta traducción no literal de la respuesta original de Roger Waters, "No Fucking Way", certifica el siguiente hecho inexorable:

El Palacio de los Deportes es ahora un monstruo sagrado del rock.

Ocurrió. Tomó casi 20 años desde la presentación de INXS. Pero ocurrió. La presencia de Roger Waters y The Wall es la culminación del sueño de generaciones de rockeros mexicanos que antes iban a dar portazo y tirar chelas a la pantalla del Cine Metropolitan porque a algún valiente se le ocurrió proyectar ahí "The Kids Are Alright", de The Who.

El Palacio de los Deportes ha visto pasar a Jimmy Page y Robert Plant, a Paul McCartney, a Deep Purple y a Kiss. Pero ahora es uno de esos inmuebles legendarios que ha tenido el show original de The Wall. Y no solo eso: es The Wall a la mexicana, cortesía de Roger Waters.



"México, México"

No es gratuita la analogía con el futbol. ¿Se acuerdan de los primeros conciertos en México, cuando el público gritaba a la menor provocación "México, México", como si jugara la Selección Nacional? Pues Roger Waters revivió ese grito cuando se echó a la espalda una bandera tricolor que le aventó alguien del público. Es más: Roger la pidió. Y después dijo:

"Esos encendedores que prenden y apagan al ritmo de la música, es algo que no he visto en ninguna otra parte del mundo; la vez pasada lo hicieron mientras cantábamos 'Flickering Flame', es fantástico."

Ahí me acordé; eso mismo le escuché decir a Paul McCartney. "Sólo en México", dijo el exBeatle al pedir que la gente lo volviera a hacer el año pasado en el Foro Sol.

Así que es oficial. Lo de los encendedores es y será con el tiempo la aportación de México a la historia del rock. Y aquí regresa el futbol: lo más seguro es que nadie nos lo reconozca, porque ya nos volamos la ola, que se hizo popular y masiva en 1981 en un juego de Ligas Mayores en Oakland, pero se internacionalizó en el Mundial de México '86.

Última analogía futbolera: el Palacio de los Deportes se convirtió en un monstruo sagrado del rock con The Wall; igualito que el Azteca con la triple coronación de Brasil en 1970, o con el Gol del Siglo, de Diego Maradona ante Inglaterra en 1986.


La reseña colectiva, en la red

¿Quieren más reseñas, comentarios o fotos de The Wall en México? Sólo naveguen la red. La reacción ha sido instantánea y brutal: hay todo tipo de fotos, en todos los ángulos posibles, tomadas por los asistentes. E historias, salpicadas por sus autores directamente en los Facebooks y los Twitters.

Del concierto, habiéndolo reseñado en este mismo espacio hace algunas semanas, sólo diré: es The Wall. Y las palabras sobran. Nada es suficiente para describirlo.

Lo que sí me queda es esto: viví lo suficiente para ver al rock convertido en una realidad en mi país. Y para ver a Roger Waters abrir The Wall con un "Viva México, cabrones". Ahora vayamos por más. Vivamos para hacer de México ese lugar con el que todos hemos soñado. Si Roger Waters cree en nosotros, es que podemos. Venga entonces, me sumo a la celebración. Viva México, cabrones.

Colofón para el mundo que empieza. El Palacio de los Deportes no sólo puede sonar bien, sino perfecto. Deep Purple, Paul McCartney y ahora Roger Waters son la prueba de que todo depende del ingeniero de sonido. The Wall, en mi experiencia, sonó mejor en México que en Dallas y Las Vegas. Ahí nos lo deja Roger de tarea.

Un pequeño regalito postfechado. El domingo, Roger Waters sorprendió a todos al preguntar si era cumpleaños de alguien en la audiencia. Hubo manos que se levantaron de inmediato. Lo que sigue (abran el video y escuchen) es sólo otra muestra más de que, como dice el título de esta columna, el mundo ya se acabó.



Columna publicada originalmente en http://www.callemexico.com
Twitter: @KermitFranco
Email: rfranco@callemexico.com

8 comentarios:

  1. O_O estas son las marcianitas que cantaban el rey david a las muchas bonitas se las cantanos asi XD

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  2. Gracias Franco, me encanto tu reseña. me hubiese gustado estar allí, lamentablemente estaban muy caros los boletos, o bueno mejor dicho elevados para mi presupuesto porque si el espectáculo lo vale, entonces no es caro, un abrazo, bye

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  3. Ninguna novedad, en Youtube están colgados videos de unos payasos de Monterrey (que raro) que salian (o salen) en un programa titulado El Show de los Chicharrines donde hacen esa modificación...

    http://www.youtube.com/watch?v=TOzMJRCSEng

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  4. Creo que dijiste todo menos lo que realmente fue The Wall en México, lo impactante y sublime. Sobretodo lo que transmitió y el legado que más generaciones son y han sido tan afortunadas de presenciar, que esto señores es un mítico sueño hecho realidad. A mí opinión pésima reseña.

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  5. Buena tu entrada animalito, sólo que el concierto de McCartney fue en mayo de este año, ya sé que tú ya estás en el 2011 pero el resto seguimos aqui en el 2010. Palmadita en la espaldita. :D

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  6. Sé que nada tiene que ver con el tema pero, ¡Feliz Navidad y Año Nuevo, Kermit!

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  7. . . . Estoy condenada, mi condicion economica (pesima) no me permitió adquirir con anticipacion mi boleto para ver The Wall, Cuando dispusieron nuevos lugares (palcos) estaban demasiado caros. . . vivire en el infierno eterno por no poder gastarme mi sueldo entero en un boleto. Aunque yo me ofreci en acompañar a Horacitu. Tu Kermit de todos los santos despreciaste mi desinteresada oferta. Quiero llorar porqu me perdi este gran espectaculo. Yo tan super fan de Waters, de la musica (buena). Nadie me apoyo esta vez y por lo tanto ardere en los infiernos condenada a escuchar eternamente a belinda, luismi y musica durangueña . . .

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  8. Keeeeeeeeermit ex gorda Franco....explicame una cosa, o sea que siempre fuiste amigo de Olallo o de repente le entendiste y te conectaste con su rollo....tanto que hasta se tomaron una chela en el concierto de Waters????????????

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